El Congreso tendrá lugar en la Real Colegiata de San Isidoro, uno de los conjuntos arquitectónicos de estilo románico más sobresalientes de España, declarado Monumento Nacional (actualmente Bien de Interés Cultural) y ubicado en el casco histórico de León. Se trata de un emplazamiento único que cuenta con unas instalaciones modernas, perfectamente acondicionadas y versátiles, que permitirán el desarrollo adecuado de las actividades científicas y facilitarán el encuentro y la comunicación entre los congresistas.

Mapa de situación de San Isidoro.

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El origen de la REAL COLEGIATA DE SAN ISIDORO DE LEÓN está vinculado a la Legio VII Gemina romana, que hacia el año 68 D.C. estableció el campamento militar que dio origen a la ciudad de León. Será en el ángulo nororiental de este campamento donde, por voluntad del rey Sancho I “El Gordo” (m 966), hijo del rey Ramiro II, se fundará un monasterio que será el germen de la actual Colegiata de San Isidoro con el fin de dar cobijo a los restos del niño mártir San Pelayo (cuya escultura se encuentra en la fachada principal).

Para la ocupación de este monasterio, Sancho pidió a su hermana, la monja Dª Elvira Ramírez, que trasladara su comunidad desde el antiguo monasterio de Palat de Rey. De esta manera, se vincularía a este nuevo lugar con la célebre institución del Infantado, consistente en el dominio sobre varios monasterios y abundantes posesiones que componían la dote de las infantas solteras. La ciudad de León fue arrasada por los ejércitos de Almanzor en torno al año 1000 y junto con ella el monasterio leonés.

Con el rey Alfonso V (999-1027), el monasterio de San Pelayo será reconstruido junto a una iglesia que manda edificar en honor de San Juan Bautista. La reconstrucción se hizo a base de materiales pobres como barro y ladrillo y nuevamente se estableció en él una comunidad de monjas. Será este rey quien traslade los restos de los reyes leoneses dispersos por distintas iglesias del reino, entre ellos los de sus padres el rey Vermudo II y la reina Elvira, creándose el cementerio real. Es en este momento, cuando surge el complejo formado por la Iglesia de San Juan Bautista, el monasterio de San Pelayo y el que siglos después se denominará Panteón de los Reyes de León.

Con motivo de la consagración de la iglesia el 21 de diciembre de 1063, se celebraron extraordinarios festejos y, al día siguiente, celebraron la traslación del cuerpo de San Isidoro haciendo ricas donaciones en joyas y ornamentos litúrgicos que se han conservado hasta nuestros días y pueden visitarse bajo el nombre del Tesoro de León.

Desde ese momento se irá enriqueciendo gracias a las donaciones. La hija de Fernando I y Sancha, la infanta doña Urraca Fernández “La Zamorana” (m. 1101), dómina también del Infantado, amplió la iglesia de sus padres y le hizo magníficas donaciones, como el cáliz de oro y ágata que hoy se puede contemplar en el museo. Siguiendo los pasos de su tía abuela doña Urraca, otra dómina del Infantado, doña Sancha Raimúndez (m. 1159), junto con su hermano el emperador Alfonso VII, continuarán la obra de la nueva iglesia que será consagrada en 1149.

Un año antes, en 1148, se habían sustituido la comunidad femenina de monjas benedictinas por un Cabildo de Canónigos Regulares que rigieron el templo y la abadía hasta 1956, fecha en la que el Cabildo Isidoriano fue transformado en Instituto Secular Sacerdotal, y desde entonces atiende la vida litúrgica e intelectual de la Colegiata, su basílica, el Museo-Panteón abiertos a miles de visitantes cada año, el Archivo- Biblioteca a disposición de los investigadores, y su Cátedra de publicaciones, con la fundamental finalidad de dar a conocer la historia y el arte de la Colegiata y la persona de San Isidoro.

Actualmente el conjunto visitable está formado por el Panteón Real, la Biblioteca Capitular y el Museo que se visitan de forma conjunta y donde se pueden adquirir las publicaciones de la Cátedra; La Basílica y el Hotel- Restaurante Real Colegiata.